El dodo fue un ave no voladora del océano Índico. Torpe, lento y, suponemos, delicioso… 
se extinguió en 1662 sin desarrollar habilidades para sobrevivir. ¿Y si hubiese podido volar? ¿O correr, pelear, hablar?
Vivió cómodo, sin amenazas —hasta que el humano llegó y bastó agacharse para atraparlo.
El dodo nunca salió de su zona de confort. Nunca se transformó.
Por otro lado está el  el yo-yo que es energía en movimiento. 
Sube y baja, se detiene, gira y vuelve a empezar. Es inercia, sorpresa, impulso y un ciclo que vuelve empezar cada vez.
Representa la capacidad de reinventarse constantemente. Nosotros no queremos quedarnos en la caja con el dodo.
Buscamos proyectos e iniciativas valientes, dispuestos a romper moldes, desafiar lo esperado y atreverse a más. 
Démosle un yo-yo al dodo… y veamos qué pasa.

Fundado en 2015, Dodoconyoyo Studio, es un espacio de desarrollo visual que nos permite diversificar el trabajo y explorar tendencias creativas todo el tiempo.

Recorremos distintas disciplinas gráficas y audiovisuales para encontrar los estilos, códigos, conceptos y talentos necesarios para cada proyecto.